La palabra petricor proviene del griego y significa, “el fluido que fluye en las venas de los dioses” así que ya os podéis imaginar el gran poder que su aroma puede ejercer en nuestro estado de ánimo.
¿Sabías que con la llegada del otoño, podemos disfrutar de una gran variedad de fragancias originadas por la combinación de la lluvia de temporada cuando cae sobre la tierra, la vegetación e incluso el asfalto? A esos aromas se les conoce como PETRICOR.
A pesar de su significado divino, la fragancia cálida y terrenal que percibimos cuando la lluvia golpea en suelo seco está producida por bacterias, y científicamente lo que olemos es una molécula llamada Geosmina.
Las personas en general somos extremadamente sensibles a esta mágica composición química. Tanto, que los perfumistas más famosos quieren captar su fragancia para la elaboración de sus perfumes más cotizados, utilizando notas de aceites esenciales como Jengibre, Cardamomo, Pimienta, Vetiver, Pachuli…
Consejo aromático: Uso tópico para el cuerpo. Los aceites esenciales puros, deben diluirse siempre en un aceite portador como el de Almendras dulces, antes de aplicarlos sobre la piel. Se recomienda leer en el apartado de Aromaterapia de mi blog, el artículo Consejos y Precauciones en la utilización de los aceites esenciales.